Semblanza

 

Museo Franz Mayer: origen, historia y actualidad de una institución cultural dedicada a las artes decorativas y el diseño

 

María Sánchez Vega

 

Museo Franz Mayer, México

Correspondencia: María Sánchez Vega mmaria20@gmail.com

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Resumen

La presente Semblanza está dedicada al Museo Franz Mayer (MFM), institución que nació gracias a Franz Mayer, coleccionista y bibliófilo de origen alemán nacionalizado mexicano, quien en la década de 1970 donó su colección de arte decorativo y libros al pueblo de mexicano mediante un fideicomiso cultural que administra el Banco de México. En esta contribución se analizan los orígenes, desarrollo y actualidad del mfm, que desde la apertura de sus puertas, en 1986, hasta la fecha, se ha convertido en un referente de gran importancia en el medio museológico y cultural de México

Palabras clave: Museo Franz Mayer; coleccionismo; artes decorativas; patrimonio

Abstract

This overview is devoted to the Franz Mayer Museum (MFM), an institution that exists thanks to Franz Mayer, a German collector and bibliophile, who later became a Mexican citizen. In the 1970s, he donated his collection of decorative art and books to Mexico through a Cultural Trust, managed by the Bank of Mexico. This contribution analyzes the origins, history and present situation of the mfm which, since opening its doors in 1986 to date, has become an important reference point in Mexico’s museological and cultural circles.

Keywords: Franz Mayer Museum; collecting; decorative arts; heritage

 

El inmueble que desde 1986 acoge al Museo Franz Mayer (MFM) y su colección de arte decorativo, ambos relevantes para el patrimonio del país (cfr. MFM 2013), ubicado en la Plaza de la Santa Veracruz, en el centro de la ciudad de México, es un edificio histórico que, desde el siglo XVI hasta la primera mitad del siglo XX, fue un hospital.1 De acuerdo con estudios realizados por el propio museo, ha visitado sus salas de exposición permanente un amplio y diverso público: cientos de individuos de diferentes procedencias y edades, incluidos alumnos desde educación elemental hasta posgrado, y los distintos acervos que resguarda han sido objeto de múltiples estudios, realizados desde distintos enfoques disciplinarios, de investigadores nacionales y extranjeros. El MFM también destaca por su apoyo al desarrollo de actividades académicas y el impulso a artistas y artesanos contemporáneos para la creación de piezas en cerámica y platería. En los últimos años, adicionalmente se ha convertido en una institución precursora en exposiciones referentes al diseño y la fotografía. La aportación del museo a la difusión de las artes, permanente a lo largo de más de 25 años, también se refleja en publicaciones especializadas, la mayoría de ellas editadas en colaboración con la casa Artes de México. Se mantiene activo, asimismo, tanto mediante la realización de cursos y talleres como por medio de la atención a los miembros de la comunidad que circunda el inmueble.

El inicio de una colección2

La existencia del museo se debe a Franz Mayer, financiero, coleccionista y bibliófilo de origen alemán, mexicano por nacionalización —México fue su residencia desde su arribo al país, en 1905, hasta el momento de su fallecimiento, en 1975—, para quien fue propicia la situación económica y política de aquella época: logró reunir una considerable fortuna y hacerse de importantes piezas de arte.

En 1919 Mayer inició su colección, principalmente enfocada en el arte decorativo, en aquel momento considerado menor, por lo que puede pensarse en él como un precursor de su rescate y valoración.

Durante su labor como coleccionista, que ejerció casi 50 años, llegó a reunir alrededor de 9 500 objetos procedentes de los siglos XVI al XIX, principalmente de origen novohispano, entre los que destacan los géneros de platería (Figura 1), cerámica, mobiliario, textiles y pinturas, además de 20 000 azulejos y 10 000 libros relacionados con el arte decorativo, la historia de México, y ediciones antiguas y raras; de estas últimas sobresalen las ejecutorias de hidalguía, los libros de coro, algunos incunables y, especialmente, distintos ejemplares del Quijote, de los cuales llegó a acumular 766 ediciones en 13 idiomas, todas anteriores a 1905 (Figura 2).

Mayer fue un hombre generoso: varios investigadores le solicitaron autorización para estudiar piezas de su colección, así como el préstamo de obras para diferentes exposiciones nacionales y extranjeras, iniciativas que el coleccionista siempre apoyó. Más aún: consciente de la significación de su acervo, y a manera de agradecimiento al país que lo acogió, Franz Mayer lo legó al pueblo de México mediante un fideicomiso cultural del que es fiduciario el Banco de México, el cual incluía los recursos económicos para instituir un museo de arte.

Los primeros pasos para el museo3

Tras el fallecimiento de Franz Mayer, el Banco de México se hizo cargo de la colección, responsabilidad que dio principio con el levantamiento de los inventarios correspondientes y, en conjunto con los miembros del patronato, creado para que sus miembros vigilaran la instalación y el funcionamiento del museo, con la búsqueda de un inmueble apropiado donde instalarlo. En ese momento, la Secretaría de Asentamientos Humanos y Obras Públicas (SAHOP) estaba elaborando un proyecto de rescate del Centro Histórico de la Ciudad de México en la zona ubicada detrás de la Alameda. El arquitecto Pedro Ramírez Vázquez, que a la sazón era miembro del patronato ya mencionado y titular de la SAHOP, sugirió que el museo se emplazara en el edificio conocido como Hospital de la Mujer, entonces abandonado, una vez llevadas a cabo las inspecciones y negociaciones indispensables, se le otorgó en comodato al Fideicomiso Cultural Franz Mayer. Con recursos económicos de ambas instituciones se realizó su restauración, para la que estuvieron a cargo: del proyecto arquitectónico, Guillermo Gutiérrez Esquivel, y de la museografía, Alfonso Soto Soria y Rodolfo Rivera. Los procesos de restauración del inmueble y habilitación de espacios museísticos llevaron casi cinco años, tras de los cuales, el 15 de julio de 1986, el entonces presidente de la República, Miguel de la Madrid Hurtado, inauguró el museo.

El museo de 1986 a la fecha y su futuro

A partir de entonces el museo ha sostenido, de acuerdo con lo establecido por Franz Mayer, una actividad constante. Su inmueble cuenta con varias salas de exposición permanente, donde se exhiben cerca de 2 600 piezas (Figura 3). Para seguir vigentes, dos de ellas: “Esplendor de la plata” y “Tradiciones cerámicas” se reinauguraron en 2007, y hoy está en desarrollo un plan maestro para la actualización de la curaduría y museografía del resto de ellas. Un aspecto digno de mencionar es que, desde su apertura, el MFM cuenta con un departamento de restauración.

Anualmente se llevan a cabo alrededor de doce exposiciones temporales en las tres salas designadas para este fin, así como en las crujías del claustro alto y bajo del edificio. En estos espacios no sólo se exhiben piezas de la Colección Franz Mayer, sino también de otros museos, tanto nacionales como internacionales. Asimismo, como ya se apuntó arriba­, el museo ha sido precursor en el montaje de muestras sobre diseño (gráfico, textil e industrial) del siglo XX, como: 100 años, 100 sillas; 60 anni di Made in Italy, Moda y Diseño, y Anticuerpos. Obras de los Hermanos Fernando & Humberto Campana 1989-2009, por mencionar sólo algunas (Figura 4).

En honor a la pasión de Franz Mayer por el cultivo de orquídeas, también­ se realiza —un año en otoño y otro en primavera— una expo-venta de estas especies. En cuanto a la fotografía, el MFM ha puesto en marcha diferentes exhibiciones, entre las que resaltan las del World Press Photo, donde se presenta lo más relevante del fotoperiodismo mundial.

Con las bienales del cartel, de cerámica y, a partir de este año 2013, de platería, el MFM da impulso a artistas y artesanos para la actualización de diseños, a la par que fomenta la permanencia de técnicas ancestrales.

La actividad y el compromiso del museo han derivado en herencias, donaciones y comodatos de coleccionistas y fundaciones, como es el caso de la antropóloga Ruth D. Lechuga, que heredó cerca de 10 000 piezas de arte popular, con las cuales se está llevando a cabo el proyecto para un centro de investigación. Asimismo, se han recibido las obras del artista Wolfgang Paalen, así como los comodatos de la colección de pinturas populares del siglo XIX perteneciente al ingeniero Alfredo Vergara Casas, las piezas elaboradas por William Spratling, propiedad de la familia Ulrich, y la colección de cigarreras de la familia Sánchez Navarro­ Redo, entre otros.

La colección de arte ha aumentado a más de 11 300 piezas de arte decorativo, y el acervo bibliográfico, a 22 000 volúmenes, los cuales­ se resguardan en la Biblioteca Rogerio Casas-Alatriste H., que está abierta a la consulta del público en general. Como parte de este acervo se encuentran los volúmenes editados en colaboración con diversos museos, editoriales e instituciones culturales tanto nacionales como extranjeras. Asi mismo, se salvaguardan los fondos documentales de los coleccionistas Franz Mayer y Ruth D. Lechuga, y de los citados artistas Wolfgang Paalen y William Spratling, indispensables­ tanto para la comprensión de estos personajes como de las piezas que reunieron o elaboraron.

El museo ha brindado la oportunidad para que distintos investigadores y restauradores tengan contacto con la colección, lo que ha dado como resultado exposiciones y publicaciones de trascendencia para el ámbito cultural, específicamente en lo relacionado con el arte decorativo.

Dentro del ámbito académico, el MFM ha establecido múltiples convenios con distintas universidades mexicanas, públicas y privadas, que han derivado en visitas a las bodegas, el estudio de distintas piezas y la colaboración de alumnos de servicio social y prácticas profesionales en todas las áreas del museo. Además se cuenta con el apoyo de voluntarios, de distintas edades y especialidades, interesados en el arte decorativo y el diseño.

Cabe resaltar que el museo no ha dejado de lado a la comunidad que rodea al inmueble, sino al contrario: lleva a cabo diferentes programas sociales con grupos específicos, como, por ejemplo, ancianos y niños de la calle. Asimismo organiza ciclos de conferencias y talleres, dirigidos al público en general, relacionados con la colección o con las exposiciones temporales, los cuales se suman a las actividades diseñadas para dar a conocer el museo y sus acervos a estudiantes y profesores de escuelas públicas ubicadas en puntos lejanos al Centro Histórico de la Ciudad de México.

En conclusión, el MFM no sólo ha cumplido con lo estipulado por su fundador, sino que ha llegado a ser una institución que participa activamente en el desarrollo cultural de México, al colaborar en la formación de artesanos, artistas y estudiantes de diversas disciplinas (arquitectura, diseño, historia del arte, conservación-restauración, sólo mencionando algunos) y otros sectores de la sociedad mexicana. Así, la compleja tarea de resguardar, conservar, investigar y difundir un patrimonio que es parte de la herencia cultural de México lo ha llevado a convertirse en uno de los museos más destacados y emblemáticos de nuestro país.4

Referencias

Amerlinck de Corsi, María Concepción 2005 “El hospital de los Desamparados y el testamento de Pedro López”, Boletín de Monumentos Históricos, (3): 17-43.

MFM 1984-1986 Boletín del Museo Franz Mayer, México, Museo Franz Mayer, 1-12.

2013 Museo Franz Mayer, página oficial, documento electrónico disponible en http://www.franzmayer.org.mx, consultado en agosto de 2013.

 

1 Varias investigadoras han realizado estudios sobre el inmueble, tanto en documentos como en elementos decorativos y distribución arquitectónica: así es posible saber su historia. Para más información consúltese Amerlinck de Corsi (2005: 17-43).

2Los datos de este apartado son el resultado, por un lado, de la investigación realizada en el Fondo Franz Mayer, que actualmente se encuentra en inventario en los Archivos Documentales del museo, y por otro, de entrevistas realizadas a personalidades que conocieron al coleccionista.

3La información de esta sección proviene tanto de la serie de boletines 1 al 12 (1984 -1986) editados por el museo (MFM 1984-1986) —consultables en la Biblioteca Rogerio Casas-Alatriste H.—, así como de entrevistas realizadas a distintas personas que forman parte del museo o estuvieron en el Fideicomiso durante todo el proceso.

4Mayor información puede consultarse en la Biblioteca Rogerio Casas-Alatriste H. La página oficial del Museo Franz Mayer http://www.franzmayer.org.mx presenta sus actividades y algunos aspectos de su historia..